Hedy Lamarr no solo fue una renombrada actriz de Hollywood en la década de 1940, sino que también co-inventó una tecnología innovadora que tendría un impacto duradero en las comunicaciones modernas. Este descubrimiento era la tecnología de espectro ensanchado, específicamente el salto de frecuencia, que ahora forma la base de tecnologías modernas como el Wi-Fi y el Bluetooth.
Nacida en Austria en 1914, Lamarr tenía una curiosidad innata por el funcionamiento de las cosas, lo que la llevó a una aventura de innovación poco probable junto con el compositor George Antheil. Juntos, imaginaron una forma de mejorar las comunicaciones navales haciendo que las transmisiones sean más difíciles de interceptar por los enemigos durante la Segunda Guerra Mundial.
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El origen de una idea revolucionaria
La idea de usar el espectro ensanchado surgió mientras Hedy Lamarr y George Antheil discutían sobre cómo proteger las señales de radio de los torpedos guiados, que podían ser fácilmente jammed (interferidos) por el enemigo. Lamarr, quien había acumulado conocimiento en tecnología gracias a su primer esposo, un fabricante de armas, y Antheil, que tenía experiencia con secuenciadores mecánicos en pianolas, concibieron un sistema que utilizaba un piano de rollo perforado para cambiar aleatoriamente entre 88 frecuencias.
Este método se propuso inicialmente como un mecanismo de defensa, para guiar torpedos de manera segura y precisa sin el riesgo de ser interceptados. Aunque fue ignorado en su tiempo, el concepto formó la piedra angular de lo que eventualmente se conocería como ‘salto de frecuencia’, una técnica clave en la guerra de comunicaciones.
Impacto y legado
El invento de Lamarr no fue implementado por la marina de EE. UU. hasta la crisis de los misiles en Cuba en 1962, aunque fue patentado en 1942. Es aquí donde el espectro ensanchado comenzó a visualizarse como una herramienta fundamental en la seguridad de las comunicaciones militares y posteriormente, esta tecnología trascendió al sector civil.
Hoy, la contribución de Lamarr se reconoce como la base sobre la que se construyeron tecnologías cruciales como GPS, Wi-Fi y Bluetooth. En un homenaje a su trabajo pionero, Lamarr ha sido incluida en el National Inventors Hall of Fame en 2014, destacando su rol como innovadora en un campo dominado típicamente por hombres.
Reconocimientos y tributos
Aparte de su inducción al Salón de la Fama, Hedy Lamarr también ha sido objeto de múltiples reconocimientos y tributos en años recientes. Documentales, libros y películas han explorado no solo su vida como actriz, sino también su faceta como inventora, destacando cómo su ingenio ha dejado una huella indeleble en la tecnología moderna.
Este reconocimiento sirve como un recordatorio vital de que las contribuciones en el campo de la tecnología pueden venir de las personas más inesperadas y variadas. La historia de Lamarr demuestra que la pasión y la curiosidad no conocen de límites profesionales ni de género.
